martes, 23 de septiembre de 2014

Quiero perder peso…¿Cuál es el mejor momento para comenzar?


     Esta pregunta nos ha enviado nuestra oyente, Rosana Puig, a nuestra sección de Nutrición de Gandia EsRadio y me resultó muy interesante para desarrollarla en este artículo. La respuesta es rápida, clara y concisa: NUNCA.

  Si divisamos de forma general el año, nos encontramos con las vacaciones de junio, julio y/o agosto, en la cual aprovechamos para salir más, tomarnos más helados y más cervecitas. Una vez finalizadas las mismas, recibimos a septiembre, un mes con mucho ajetreo porque comienzan las clases de nuestros hijos, los estudios y el trabajo más intenso. En diciembre, tenemos cenas de empresas, las fiestas navideñas y el año nuevo, famosas por sus turrones, mazapanes y bombones. En enero, debemos acabar las sobras de las pasadas fiestas, además de celebrar el nuevo año y la llegada de los ansiados Reyes Magos, con el famoso roscón de reyes. Sumado a esto, programamos  nuestras vacaciones de invierno, unos días de hotel, en donde la comida, sigue siendo parte importante de nuestro viaje. En abril, nos topamos con las vacaciones  de semana santa y la mona de pascua, además del comienzo de bodas y bautizos que suelen tener lugar en estas fechas coincidiendo con el comienzo del buen tiempo. Y al finalizar... ¡Queda un mes para junio! Y en un mes y medio debo quitarme todo el peso que me he puesto en el año...
      Haciendo un balance, nos queda febrero , marzo, mayo, octubre y noviembre para cuidarnos, en donde siempre hay un cumpleaños, una salida con amigos, un puente, que puede entorpecer nuestros objetivos. 5 meses de 12, no continuos, que no motivan a comenzar.
    ¿Y si lo miramos de otra forma diferente? Hacer dieta es una frase completamente obsoleta. Debemos cambiar hábitos y aprender a racionar los alimentos superfluos que consumimos para no tener al cuerpo en una constante montaña rusa con el peso, que lleva a consecuencias negativas en nuestra estética (estrías, celulitis, pérdida de elasticidad de la piel), a nivel psíquico (alteraciones en el estado de ánimo y autoestima de la persona) y en nuestra salud (cambios en el metabolismo, aumento de riesgo de enfermedades cardíacas, renales, etc.).No dudes en llevar a cabo un plan de alimentación adaptando a tus necesidades fisiológicas, gustos y posibles patologías para disminuir y mantener tu peso deseado. Y recuerda, el momento es ahora.

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