Esta
pregunta nos ha enviado nuestra oyente, Rosana Puig, a nuestra sección de
Nutrición de Gandia EsRadio y me resultó muy interesante para desarrollarla en
este artículo. La respuesta es rápida, clara y concisa: NUNCA.
Si
divisamos de forma general el año, nos encontramos con las vacaciones de junio,
julio y/o agosto, en la cual aprovechamos para salir más, tomarnos más helados
y más cervecitas. Una vez finalizadas las mismas, recibimos a septiembre, un
mes con mucho ajetreo porque comienzan las clases de nuestros hijos, los
estudios y el trabajo más intenso. En diciembre, tenemos cenas de empresas, las
fiestas navideñas y el año nuevo, famosas por sus turrones, mazapanes y
bombones. En enero, debemos acabar las sobras de las pasadas fiestas, además de
celebrar el nuevo año y la llegada de los ansiados Reyes Magos, con el famoso
roscón de reyes. Sumado a esto, programamos
nuestras vacaciones de invierno, unos días de hotel, en donde la comida,
sigue siendo parte importante de nuestro viaje. En abril, nos topamos con las
vacaciones de semana santa y la mona de pascua,
además del comienzo de bodas y bautizos que suelen tener lugar en estas fechas
coincidiendo con el comienzo del buen tiempo. Y al finalizar... ¡Queda un mes
para junio! Y en un mes y medio debo quitarme todo el peso que me he puesto en
el año...
Haciendo
un balance, nos queda febrero , marzo, mayo, octubre y noviembre para
cuidarnos, en donde siempre hay un cumpleaños, una salida con amigos, un
puente, que puede entorpecer nuestros objetivos. 5 meses de 12, no continuos,
que no motivan a comenzar.
¿Y si
lo miramos de otra forma diferente? Hacer dieta es una frase completamente
obsoleta. Debemos cambiar hábitos y aprender a racionar los alimentos
superfluos que consumimos para no tener al cuerpo en una constante montaña rusa
con el peso, que lleva a consecuencias negativas en nuestra estética (estrías,
celulitis, pérdida de elasticidad de la piel), a nivel psíquico (alteraciones
en el estado de ánimo y autoestima de la persona) y en nuestra salud (cambios
en el metabolismo, aumento de riesgo de enfermedades cardíacas, renales,
etc.).No dudes en llevar a cabo un plan de alimentación adaptando a tus
necesidades fisiológicas, gustos y posibles patologías para disminuir y
mantener tu peso deseado. Y recuerda, el momento es ahora.
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