Ante el furor de reducir calorías de la dieta, nuestra compra se
llena de alimentos light, 0% grasas y
sin azúcares añadidos. Los adquirimos con la convicción de que son saludables y
que los podemos incluir libremente en
nuestra alimentación diaria, cuando en realidad, en ciertos casos, aumentamos
considerablemente las calorías ingeridas.
Para que
exista un alimento light, debe existir uno de referencia en el mercado (Por
ejemplo, para que existan unas galletas light, deben haber unas galletas
homólogas no light). Por otro lado, deben aportar un 30% de energía menos con
respecto a su alimento de referencia y finalmente, debe hacerse mención de su
valor energético en el etiquetado.
Es importantísimo
corroborar la información nutricional de los alimentos que ingerimos para
evitar llevarnos sorpresas. Un ejemplo muy representativo son las papas Lays .
Si revisamos su etiquetado, aportan más
de 500 kcal por 100g. Cuando corroboramos la misma cantidad de la versión light, aportan más de 400
calorías, por lo que siguen siendo excesivamente energéticas. Por ello, ya que
es un alimento de consumo ocasional, el día puntual que las vayamos a ingerir,
podemos seleccionar las normales, ya que su sabor es considerablemente superior
y el ahorro de calorías no es
representativo.
Otro ejemplo es la
Coca Cola o Pepsi. Un vaso de 200ml de alguno de estos refrescos cola
aportan casi 100 Kcal, y las versiones
light no contienen calorías. Dichos refrescos no son de consumo ocasional por
el aporte calórico que es nulo, sino porque presentan ácido fosfórico que
descalcifica los huesos y gas que provoca flatulencias e hinchazón.
Por otro lado, debemos
tener en cuenta ciertos alimentos que
informan en su etiquetado que no contienen azúcares añadidos o que son
alimentos para diabéticos. Estos alimentos pueden contener un alto contenido en
grasa y otros azúcares, como la fructosa, que elevan considerablemente la
energía de los mismos. Un ejemplo muy típico son las galletas integrales sin
azúcares añadidos, que pueden aportar cada una de ellas más calorías que un
yogur.
En conclusión, no
todos los alimentos light son bajos en calorías, por ello es crucial invertir
tiempo en controlar las etiquetas de los alimentos que consumimos para
corroborar que realmente podemos incluirlos en nuestro plan de alimentación y
evitar que nos vendan gato por liebre.
Artículo publicado en Revista Infonoticias Gandía de Gandía EsRadio.
Maríanela Elsa Fernández
Dietista-Nutricionista
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